#MujeresIndígenas La yuca es madre de la chagra y su importancia trasciende la alimentación amazónica.
El cultivo por excelencia en la chagra es la yuca, pues, no solo ocupa gran parte del área cultivada, sino que es la base de muchos de los platos consumidos en la Amazonía colombiana. La gran variedad de yucas asombra, no solo porque se trata de un rasgo exclusivo de estas tierras, sino porque existe una estrecha relación entre la variedad de semillas con el tipo de relaciones que las mujeres establecen con las plantas que cultivan en las épocas indicadas en el calendario ecológico cultural.
Cada una de las yucas de uso ritual tiene una historia de origen que conecta este preciado tubérculo con la identidad cultural de las comunidades. La mujer indígena guarda una especial relación de consanguinidad o alianza con la yuca, hasta el punto que debe ser guardiana de ella, así como los hombres son guardianes de la coca.
En primer lugar, a cada grupo étnico le fue entregado un cultivo único, diferente en variedad de los demás, por lo que existe una correlación directa entre variedad de semillas y la identidad étnica. Por otra parte, cada grupo étnico tiene establecidos los usos y objetivos para cada variedad de yuca, que abarca en promedio 10 tipos de semillas, consideradas "las propias yucas", es decir, aquellas que tienen valor ritual.
*Gaia Amazonas - Juan Gabriel Soler
Aunque el número exacto de especies de yucas es difícil de precisar, algunos estudiosos afirman que en el mundo puede haber más de 5000[1]. Cada una tiene características particulares de rendimiento, crecimiento, color de raíz, contenido de harinas y compuestos cianogénicos. Por lo general la yuca se identifica por el color y la forma de las hojas, el grosor de los tallos y los tubérculos, la forma de las ramas, la dureza de los tubérculos y los hábitos alimenticios de algunos animales que la consumen.
*Gaia Amazonas - Juan Gabriel Soler
En la Amazonía colombiana, la yuca brava ocupa entre el 70% y al 80% de la superficie cultivada de las chagras. Los compuestos cianogénicos permiten diferenciar a las yucas amargas, también llamadas bravas o amarillas de las dulces o blancas. Las primeras poseen altos índices de cianuro, por lo que es necesario procesarlas antes de consumirlas para liberar o reducir el riesgo.
De la masa de la yuca brava, una vez exprimida, se obtienen dos productos básicos de la dieta amazónica: las grandes arepas o casabe y la harina de yuca o fariña. Las yucas dulces, por su parte, solo necesitan ser peladas y cocinadas para consumirse, y son insumo para la elaboración del masato, payabarú, fariña, casabe y para sacar almidón o tapioca. Al exprimir esta yuca en el proceso de elaboración de fariña y tapioca, se puede emplear el jugo resultante para la elaboración de ají negro o tucupí.
Es común que se prefiera la variedad no venenosa sobre las tóxicas, no obstante, las comunidades indígenas de la Amazonía han desarrollado procesos de domesticación de los tipos mencionados, incluso prefiriendo en algunos casos las especies amargas pues les sirve para muchos más propósitos, como el control de plagas y la prevención de enfermedades.
Para los pueblos indígenas de la Amazonía colombiana, desde el origen algunas mujeres nacen para ser Dueñas de Comida o Madres de Semilla, y por eso están curadas especialmente para el trabajo fundamental de conservar, cuidar y mantener chagras y semillas. De allí que la chagra y la custodia de la diversidad de las semillas es el principal de las mujeres indígenas al manejo del territorio y el buen vivir.
*Gaia Amazonas - Juan Gabriel Soler
Referencias:
[1] Instituto Amazónico de In Instituto Amazónico de Investigaciones aciones Científicas - SINCHI Científicas – SINCHI (2005) Diversidad de yucas (Manihot esculenta Crantz) entre los Ticuna: Riqueza cultural y genetica de un producto tradicional.