Día: Jueves 23 de marzo
Hora: 5:30 p.m. (hora Colombia)
Lugar: Salón 5, Sede de Naciones Unidas en Nueva York
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Por segunda vez en casi tres décadas, los países miembros de las Naciones Unidas se reúnen esta semana para llevar a cabo la Conferencia sobre el Agua en Nueva York, cuya gran promesa es establecer un plan de acción que comprometa a los gobiernos con acciones contundentes y palpables para proteger este recurso. Considerando que 4.000 millones de personas sufren una grave escasez de agua durante al menos un mes al año y 2.000 millones más no tienen acceso a agua potable, la responsabilidad es política.
Parte de las medidas que deben adoptar los Gobiernos y Estados pasan por proteger áreas claves para el ciclo hídrico global como la Amazonía: una región en la que diariamente se producen 20.000 millones de toneladas métricas de agua que viajan hasta la cordillera de los Andes y regulan las lluvias en ecosistemas a más de 3.000 kilómetros de distancia.
¡La Amazonía es la mayor bomba de agua del planeta! El estrecho de bosque, particularmente, ubicado al norte de la región, desde los Andes hasta el Atlántico (entre Brasil, Ecuador, Perú, Venezuela, Colombia, Guyana, Guayana Francesa y Surinam) es considerado como la parte de selva mejor conservada de toda la región. Allí se registran los mayores índices de pluviosidad de la Amazonía y, por ende, se produce el río volador más importante.
En esta conexión profunda que hay entre la selva amazónica y el ciclo del agua, existe un actor fundamental: los pueblos indígenas, quienes con sus formas de manejo y gobierno propio, basadas en sus sistemas de conocimientos, han mantenido los bosques saludables y en pie durante milenios. Tanto así que, de acuerdo con datos de la Red de Información Socio Georreferenciada (RAISG), el 86% de la pérdida de bosque registrada entre 2001 y 2018, en el bioma amazónico, sucedió por fuera de los Territorios Indígenas y las Áreas Naturales Protegidas.
“Consolidar la protección del área norte de la Amazonía es la iniciativa de mayor impacto, más viable y a corto plazo que podemos desarrollar juntos por el bienestar del continente y del planeta”, asegura Martin von Hildebrand, fundador de Gaia Amazonas. Y agrega “perder a los árboles es perder agua, arriesgar la agricultura y la energía para todo el continente suramericano pues todo esto depende del agua que trae este gran río volador”.
¿Cómo se crean los ríos voladores?
Cada árbol de la selva amazónica succiona agua del suelo a través de sus raíces y, gracias a los poros en su follaje, libera vapor hacia la atmósfera. Se trata de 400.000 millones de árboles que crean inmensos flujos aéreos de agua y que forman nubes, dando forma a los famosos ríos voladores.
Estos ríos distribuyen la humedad, enfrían el planeta y regulan los patrones de lluvia en lugares como la cuenca del río de la Plata, en Argentina, y las grandes planicies estadounidenses. Más del 40% de las lluvias globales se dan gracias a estos ríos voladores.
¿De qué tratará el evento?
Ríos voladores amazónicos: asegurando el ciclo hidrológico del mundo a través de la gobernanza de los pueblos indígenas es organizado por la Alianza NorAmazónica (ANA), una red de la sociedad civil que reúne a ocho organizaciones que trabajan mano a mano con los pueblos indígenas en la región norte del río Amazonas.
El diálogo expondrá 4 casos referentes en Ecuador, Colombia y Perú que demuestran cómo la gobernanza indígena ha contribuido al mantenimiento del bosque en la región norte de la Amazonía y, por ende, del gran río volador que nace allí. Participarán:
• Josefina Tunki, presidenta del pueblo indígena shuar-arutam, en la Amazonía Ecuatoriana.
• Matthew Clark, presidente y CEO de Naturaleza y Cultura Internacional (NCI)
• Isabel Calle, directora Ejecutiva de SPDA
• Silvia Gómez, directora Ejecutiva de Gaia Amazonas
Además, Martin von Hildebrand contará más sobre el origen de los ríos voladores de la Amazonía, su importancia en el ciclo global del agua y la relevancia de la visión indígena para su mantenimiento.